La historia de los grandes equipos siempre se escribe de la mano de su afición. Esto siempre es un prisma de ley irrefutable.
Es la pasión, la entrega, la exigencia pero sobre todo el apoyo de esa afición, lo que hace más grande la presencia e historia de un equipo.
Y en el caso del Calor de Cancun y el retorno de la LNBP a Quintana Roo, la primera página de mitad de temporada tiene a esa afición como uno de los principales protagonistas.
La afición se ha convertido en el sexto hombre del Calor de Cancún y tanto Pepe Pidal como la directiva de la quinteta del caribe, lo saben y aprecian.
La pasión de ese sexto hombre se ha notado desde el primer juego.
Y se consumó anoche en la casa del Baloncesto en Quintana Roo, cuando de la mano de la entrega de su afición, el Calor remontó una desventaja considerable y dio vuelta a un partido que parecía perdido.
Asi, ayer los Halcones de Xalapa padecieron la marca personal de ese sexto hombre.
Y la nación del basquetbol mexicano, ya tiene el aviso de que en Cancún, siempre se juega con seis hombres en Cancha, con la estrategia de Pepe Pidal, con la determinación de los jugadores y con la pasión de una gran afición.
Uno de los mejores partidos y es correcto somos uno el calor de cancun siempre al 1000 con el apoyo incondicional